Hemos combinado la coliflor, una de nuestras verduras favoritas, con una técnica de cocción fácil pero deliciosa y hemos hecho un plato de horno maravilloso.
Separar la coliflor en florecitas, y colocar en una olla.
Agregar leche y hervirlo durante 15 minutos, luego sacarlo y dejarlo reposar en el colador para que la leche se escurra, luego ponerlo en un recipiente vacío.
Mientras se escurre la coliflor, preparar la salsa de tomate. Añadir aceite de oliva a una cacerola y calentar, luego añadir el tomate en cubos, la pasta de tomate y el agua y mezclar. Cuando la salsa empiece a hervir, añadir azúcar granulada, sal y pimienta y mezclar. Dejar a hervir unos minutos y apagar el fuego.
Poner aceite de oliva a una sartén, agregar las cebollas finamente picadas y freír.
Salpimentar y luego añadir los pimientos finamente picados.
Después de freír un poco más, agregar la carne molida, sal y pimienta.
Cuando todo esté bien asado, extender todo en la bandeja de horno.
Después disponer encima las florecitas de coliflor hervidas con leche.
Freír la harina en mantequilla derretida y aceite de oliva en otro recipiente. En cuanto empiece a salir el olor de harina, mezclar la leche poco a poco y constantemente para que no se formen grumos. Agregar sal y pimienta, luego revolver hasta que hierva.
Verter la salsa bechamel sobre la coliflor, y luego verter sobre ella la salsa de tomate.
Después de verter la salsa de tomate, esparcir el queso cheddar rallado por encima. Meterlos al horno precalentado a 180 grados abajo y arriba. Sacar del horno la coliflor gratinada, que se fríe en unos 20-30 minutos, y la servimos caliente. ¡Disfrute de su comida!
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